En 1870 el Cabildo de Ontinyent solicitó presupuesto a un prestigioso relojero para que instalara en la Torre Campanario una gran esfera exterior con las saetas de un reloj, sincronizado con las horas que marcaba la campana Rauxa i Foc. La esfera debería colocarse en mitad del cuerpo noble de la fachada recayente a la Plaza Mayor y debía ser luminosa por lo que en cada anochecer, un hombre debía atravesar la pared de la Torre para encender el candil de aceite. Las paredes de la Torre eran tan gruesas que fue imposible abrir un hueco del tamaño suficiente por el que cupiera una persona.
Diez años después, en 1880, Thomas Alva Edison patentó la bombilla eléctrica incandescente de filamento de carbono. A pesar del manifiesto avance tecnológico, nunca se retomó el proyecto de instalación de la esfera luminosa del reloj en la Torre Campanario de Ontinyent.”
Diez años después, en 1880, Thomas Alva Edison patentó la bombilla eléctrica incandescente de filamento de carbono. A pesar del manifiesto avance tecnológico, nunca se retomó el proyecto de instalación de la esfera luminosa del reloj en la Torre Campanario de Ontinyent.”
Imagen: Óleo de Vicente Tortosa Calabuig, sobre el que se ha simulado la esfera exterior del reloj proyectado, que nunca se instaló.
Texto extraído de la novela histórica “El Guardian del Linaje”, la novela que cuenta la historia de la construcción, hace 350 años, de la Torre Campanario de Ontinyent. El apasionante relato de los hombres y las mujeres que hicieron realidad el sueño de levantar en Ontinyent la Torre Campanario mas alta de la Comunidad Valenciana.
Toda esta fascinante historia la podrás disfrutar en la novela “El Guardian del Linaje”, del escritor valenciano Ricardo J. Montés Ferrero.